Rutas
Castilla-La Mancha es una tierra de Literatura. Una tierra que ha
inspirado a novelistas, poetas y dramaturgos para llevar a sus
escritos la esencia y la belleza de sus paisajes, la personalidad y
autenticidad de sus gentes, la fisonomía e historia de sus pueblos.
No habrá otro lugar en el mundo que, gracias a las Letras, se haya
dado a conocer universalmente como Castilla-La Mancha.
• La Ruta de El Quijote (tramo 9).
Al norte de Toledo, la comarca de La Sagra espera al viajero para
permitirle conocer, además de la casa donde vivió Cervantes en
Esquivias, el arte de El Greco en Illescas y el Parque Arqueológico
de Carranque.
Este trayecto comienza en Esquivias, población donde nació la esposa
de Cervantes, Dª Catalina de Palacios, y también fue el lugar donde
se casaron en 1584 y residieron durante un tiempo en la denominada
"Casa de Cervantes", típica construcción labriega del siglo XVI, que
conserva su estructura original de dos plantas y corral, actualmente
convertida en Museo.
Muy pronto la ruta llega a Illescas que siempre sabrá acoger como
merece al viajero cansado, pues no en vano ya en el siglo XII fue
residencia real.
De entre todas sus construcciones merecen destacarse la Puerta de
Ugena, el campanario de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción,
conocido como la “Giralda de la Sagra” y el hospital-santuario de la
Caridad, donde se conserva un retablo y otros cuadros de El Greco.
Tras ofrecer un pequeño desvío a Ugena, se continúa en dirección
Oeste hasta llegar a Carranque, en cuyo término municipal se
encuentra la villa romana de Materno, famosa por sus mosaicos, que
fue descubierta en 1983, y actualmente se encuentra englobada junto
con otros restos, en su Parque Arqueológico.
Web: Tramo 9 (De Esquivias a Illescas y Cararnque
• Pueblos y caminos de El Lazarillo.
En 1554 se imprimía la Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas
y adversidades, que pronto se hizo popular hasta el punto de iniciar
un nuevo género literario: la novela picaresca, de gran importancia
en la literatura española del Siglo de Oro.
De Mocejón a Torrijos, pasando por Seseña, Esquivias, Illescas y
Carranque, trazan el recorrido que hizo el pícaro Lazarillo hasta
llegar a la insigne ciudad imperial de Toledo. Son pueblos donde
sorprende su paisaje y sus fortalezas, que hablan de un pasado
medieval de batallas y caballeros, y que hoy brindan la oportunidad
de una escapada ideal para disfrutar de unos días de sosiego, entre
el deleite de la buena comida y del disfrute de un rico patrimonio
monumental y natural.
Web: todaCultura.com